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Arquitectos: Heesoo Kwak and IDMM Architects
- Área: 721 m²
- Año: 2012
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Fotografías:Joon Hwan Yoon
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Entre sus muchos tipos, la arquitectura residencial es extremadamente limitada cuando se trata de la experimentación. ¿Quién querría vivir como un conejillo de indias en un espacio muy privado en el que se desarrolla su vida? Con el fin de sopesar la singularidad de la arquitectura de un edificio residencial, la búsqueda de relaciones entre los espacios podría ser un enfoque mejor que la búsqueda de la "novedad".
Las relaciones entre el diseño del edificio y el terreno sobre el que se asienta, y la manera en la que se inscribe con uno de los edificios que la rodean, son para ser interrogados. La casa de huéspedes Rivendell se encuentra en una parcela que mide 3.300 ㎡, un tamaño bastante grande para una casa. El arquitecto ha cuidado, por lo tanto, la posición de las estructuras con el fin de evitar que la casa se vea demasiado pequeña y dejar que el resto del sitio parezca un desierto.
Tal vez la forma en que su cuerpo se extiende como ramas en todas direcciones, también, es una forma de dividir la parcela tan grande y hacer que la superficie exterior del edificio se vea lo más grande posible. La secuencia es un concepto importante cuando se trata de este edificio. A diferencia de la de casa convencional, las partes superior e inferior de este edificio están divididas y sus largas líneas de flujo se extienden como si se tratara de desentrañar carretes de hilo.
La vista se coloca sobre la secuencia de este edificio, y a continuación, se interrumpe y se divide. Es difícil clasificarla como un nuevo principio en la arquitectura o como una casa experimental. Cuando usted se encuentra dentro de la casa y mira hacia el exterior, sin embargo, tendrá la sensación de que la única cosa en el mundo, que no se cansaría de ver nunca, es el efecto exótico de la naturaleza la arquitectura que actúa de mediador: de nuevo la percepción de la naturaleza como la familiaridad que se rompe como un grano de cristal; un testigo de la naturaleza, ya que cambia a cada momento y en cada lugar.